Rinitis alérgica estacional: un clásico en primavera

Llega la primavera y con ella el buen tiempo y los días más largos. Sin embargo, esta época del año tiene una cara menos amable: el aumento de los síntomas de la alergia. Esto sucede principalmente por dos motivos: los cambios bruscos de temperatura y la presencia en el aire de más alérgenos: especialmente de polen.

¿Qué es la rinitis alérgica estacional?

La alergia al polen se manifiesta principalmente en forma de rinitis alérgica. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) la define como un proceso inflamatorio de la mucosa nasal, caracterizada por la presencia de rinorrea anterior o posterior, estornudos y congestión nasal. Para considerarla como tal, estos síntomas deben manifestarse durante dos o más días consecutivos y más de una hora diaria la mayoría de los días. Es muy importante diferenciar estos síntomas de los de un resfriado común para actuar correctamente.

¿Cuáles son los pólenes que más problemas alérgicos causan?
La especie de las gramíneas, y más concretamente su polen, es la que más problemas alérgicos causa. De esta manera, y como detalla la SEAIC, las gramíneas de crecimiento espontáneo como el Trisetum o Dactylis -malas hierbas que crecen en los bordes de las carreteras o campos de cultivo- resultan ser la causa más importante de la rinitis alérgica estacional.

Otros pólenes alergénicos importantes son los Plantagos, Artemisia, Salsola y Chenopodium. Las cupresáceas, como los cipreses, el Platanus o el Pinus también pueden causar alergias.

Cómo actuar en caso de rinitis alérgica estacional?

• Conocer el tipo de polen causante de la alergia: de esta manera, podrás saber durante qué meses del año son más altos los niveles de polen y evitar la exposición a estas plantas.
• Consultar los niveles de polen en el ambiente: la SEAIC facilita un mapa para comprobar el nivel de alerta para cada tipo de polen.
• No realizar actividades al aire libre durante las épocas de mayor polinización: evitar especialmente los parques, jardines y en general todas las zonas verdes.
• Mantener las ventanas de casa de cerradas: si quieres airear el hogar, lo mejor es hacerlo primera hora de la mañana o a primera hora de la tarde.
• En caso de viajar en coche, mantener las ventanillas cerradas.
• Tender la ropa en el interior: de esta manera, nos aseguramos que no queda impregnada de polen.